
Todos en pijama.
Confinamiento, confinamiento y confinamiento.
Seguimos confinados, y hoy he decidido que todos nos quedamos en pijama. Estoy harta de esa cara de ilusión de los niños cuando ven que empiezo a sacar vaqueros del armario. El segundo se me abraza, me mira con cara de ilusión
y me pregunta.
Mami, ¿A dónde vamos?
A ningún sitio, Patxi.
Entonces, ¿Por qué nos vestimos?…
Pues, efectivamente, para nada. Todos en pijama.
